jueves, 1 de julio de 2010

La realidad europea en cuarta gama

Las características inherentes a la cuarta gama implican que el consumo de este tipo de productos es más elevado en los países desarrollados con un alto poder adquisitivo y especialmente en el medio urbano. Bien es cierto, que una vez realizada esta afirmación, existen algunos matices que determinar. Por ejemplo, si se compara el avanzado desarrollo del mercado británico frente a otros países, hay que señalar las características diferenciales de la propia sociedad inglesa, que no conoce la cultura de elaboración de la cocina mediterránea y en la que se encuentra muy valorada la rapidez y el plato preparado.

Mientras que un norteamericano medio llega a consumir hasta 30 kilos de productos elaborados en cuarta gama, la media europea es de 3 kilos por persona y año. Sin embargo, las diferencias son muy sustanciales dentro del “Viejo Continente”: en el Reino Unido se llega a los doce kilos por habitante y año, Francia ocupa la segunda posición y consume la mitad que su vecino, seis kilos per cápita. Italia, alrededor de cuatro. Otros países donde la cuarta gama está bien implantada, aunque distanciados de los anteriores, son Bélgica, Holanda, Alemania. En España esta cifra se sitúa en 1 kilo y 1,5.


Los países del este europeo, con economías cada día mejor situadas, comienzan a tener un gran desarrollo en este segmento; aspecto que no ha pasado desapercibido para los grandes holdings internacionales.

España


La cuarta gama entró en España con más de una década de retraso respecto al resto de países europeos, motivo por el que, en la actualidad su crecimiento es de los más elevados. Mientras la cuarta y quinta gama están consolidadas en los países europeos del entorno español, España presenta unas tasas de aumento anual de un 20%. Cada español consumió en 2005 entre 1 y 1,5 de productos en cuarta gama.

El volumen de frutas y hortalizas comercializadas en esta categoría en 2005 ascendió a 44.598 toneladas, de las que 44.578 correspondieron a hortalizas y 20 toneladas a frutas.

El incremento experimentado con respecto a 2004 fue de un 21%, año en el que se comercializaron 36.769 toneladas, debido, sin duda, al desarrollo de la cuarta gama en hortalizas. El 25% de esta comercialización tuvo como punto final la restauración y el 75% correspondió a la distribución.


En 2006, continúa la tendencia al alza. Según los últimos datos disponibles por Afhorla (Asociación Española de Frutas y Hortalizas Lavadas y Listas para su Empleo), y desde enero a abril de 2006, la comercialización ascendió a 14.675 toneladas, un 18,5% más que en los mismos meses de 2005. La cuarta gama representa en España el 5% del consumo de frutas y hortalizas. Algunos estudios apuntan a que este segmento puede llegar a alcanzar un crecimiento superior al 25% anual.

El negocio español


Este sector alcanza un volumen de negocio aproximado de 180 millones de euros.

Los cultivos dedicados a la producción de frutas y hortalizas en cuarta gama oscilan en torno a las 14.000 hectáreas, la mayor parte de las cuales están destinadas a las hortalizas, ya que este segmento en fruta esta poco desarrollado. El 62% de estos cultivos se sitúan en Murcia, el 20% en Levante, el 10% en Andalucía y el 8% en la zona norte. La ubicación de los centros de procesado, se encuentra también en las zonas típicas de producción.


El desarrollo hortofrutícola de esta categoría está contribuyendo a reconfigurar la actividad económica ligada con el sector en las regiones donde se ubican las fábricas de procesado. Determinadas zonas españolas, que tradicionalmente habían sido muy fuertes en el sector primario - producción de frutas y hortalizas en primera gama- y estaban asistiendo a un declive de su actividad, han experimentado una nueva actividad industrial generadora empleo. Por tanto, este segmento está jugando un papel decisivo en el mantenimiento de la actividad productiva agraria en las regiones donde se ha implantado.


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